Ponerle puertas al campo. Maristas Moulovibazar
Esta mañana le hemos estado poniendo puertas al campo. Después de comprar el terreno, con mucho esfuerzo y con la ayuda de muchísima gente buena, hemos construido una tapia alrededor, también con el mismo esfuerzo y las mismas ayudas de personas buenas, (buena parte de estas ayudas canalizada a traves de SED) . Hoy tocaba poner la puerta. Confieso que a mí no me causa una emoción especial poner una puerta en mitad del campo para señalar hasta dónde llega “nuestro dominio”, pero reconozco que es necesario hacerlo y que, además, en la cultura bengalí constituye un hito importante. Dicen que la principal condición para poder abrir una puerta es que esté cerrada; en este sentido a mi me gustaría que nuestra puerta fuera imposible de abrir por la sencilla razón de que estará abierta todo el tiempo; de alguna manera la puerta de la finca será un símbolo de la puerta de nuestro corazón. Abierta a los muchachos y muchachas de las plantaciones de té; abierta a los jóvenes de las comunidades tribales de la zona y de las comunidades musulmana e hindú; abierta a los pobres de http://lesdelicesdefrancoise.com/pt/cialis-en-prise-quotidienneshopcialis sur ordonnance ou pasposologie pour le cialistitle la zona; abierta a los profesores que deseen ayuda pedagógica y profesional; abierta a quienes quieran profundizar en la protección de los menores; abierta a las autoridades locales que deseen trabajar por los derechos y el bienestar de los trabajadores del té. Pero nuestra puerta estará cerrada a la exclusión y a la