Desde que llegamos a Bangladesh nos ha llamado la atención una fruta que colgaba de los árboles y que nunca antes la habíamos visto ni probado: el kathal.
El caso es que por las mañanas, los trabajadores de la finca dejaban en la casa de los HH. esta fruta para degustarla y repartirla a l@s niñ@s de la escuela.
Resulta que a la acción de abrirlo y sacar el fruto, le llaman ‘kill the kathal’; lo cual consiste en cortarlo por la mitad e ir sacando cada pieza en la que está dividido la fruta que contiene por dentro de forma que la piel que la rodea se desecha y solo nos quedamos con el fruto, un fruto delicioso que contiene un haba que se guarda para su secado y cocinado posterior.
Por otro lado, como aquí no se desperdicia nada ya que la piel del kathal se le da de comer a las vacas y para ellas es un manjar delicioso para degustar, así como las semillas se guardan para cocinar.
Para nosotr@s, esta es de momento la fruta de este paraíso, junto con el delicioso mango, cuya dulzura y sabor nunca lo habíamos podido degustar antes. Todo un lujo para nosotr@s el poder saborear las frutas autóctonas que tan coloridas son y tan ricas nos saben.

Voluntari@s (Alberto, Esti, Javier y Sandra) CTM Bangladesh ONGD SED Ibérica
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