Buenos días a todingos y todingas desde tierras bolivianas. Finalizamos la tercera semana en las comunidades y con ella hemos cruzado ya el ecuador de nuestro campo de trabajo.
Después de estas tres semanas de actividad, echando la vista atrás miles emociones y recuerdos llegan a nuestra cabeza. Empezando por la primera semana, cuando llegamos a las comunidades, el reencuentro con las familias y los abrazos y gestos de tanto cariño sincero, esos paseos por las comunidades sin parar de escuchar “¡Españoles!” en boca de todos los niños, los talleres con mamás y con los peques, las fiestas de bienvenida en las tres comunidades, la de los becados, todo lleno de música, bailes, momentos de compartir y muchas muchas risas.
Hemos disfrutado también durante estas semanas la convivencia con los becados. Tanto ésta como las sesiones de pastoral que vamos a tener con ellos durante nuestra estancia aquí van encaminadas a ser BUENAJENTE, sí con J de Jesús. ¿Qué valores y dones tienes en tu vida que te hacen ser modelo de Jesús para los demás? Vivimos un fin de semana maravilloso en el que además de conocernos mejor entre nosotros, pasarlo bien, compartir mucha vida, visitamos también algunos sitios emblemáticos de Roboré, como el balneario de San Manuel y los Hervores de Aguas Calientes.
La segunda semana en las comunidades surgió con total normalidad, seguimos conociendo y compartiendo vida con los comunarios, pasándolo bien por las tardes en los talleres con las mamás y los niños, celebrando cada tarde las Celebraciones de la Palabra dando gracias a Dios por nosotros, por vosotros y por toda la gente que tenemos en nuestra vida. También con los becados hemos seguido haciendo nuestras sesiones de formación y de pastoral. Un ritmo frenético pero que merece la pena. Velorio de la virgen del Carmen, del Divino Niño, nos invitan a un montón de cosas, es especial para nosotros, ya que nos hacen partícipe de todo en la comunidad, parecemos uno más de ellos. Y el sábado, nos vamos al Puente de Aguas Calientes con las mamás. ¿Cómo hacer que unas mujeres de entre 25 y 70 años puedan volver a su más tierna infancia? Ponte a jugar con ellas en el agua con una pelota hinchable. Risas y más risas, ahogadillas, carreras y todo para disfrutar al máximo. Día para compartir entre las tres comunidades y los voluntarios, teniendo la suerte de contar con la presencia de los tres novicios que durante esta semana están compartiendo comunidad en casa de los hermanos.
Y la tercera semana en las comunidades, la más distinta por el cambio de días y de actividades y, sobre todo, por la mezcla de sentimientos. Martes y miércoles días muy bonitos celebrando el día de la amistad en dos de las comunidades y participando en la salida de luto de unas de las comunarias de Los Sotos, y por otro lado, el viernes día triste por tener que despedir a una comunaria de San Pedro que fallecía después de casi un año de enfermedad. Vamos ganando confianza con las familias y algunas de las visitas a las casas se pueden hacer bastante duras por la realidad que algunos de los comunarios viven, pero para eso también estamos aquí, para divertirnos y pasarlo bien y para estar con las familias, aunque en muchas ocasiones solo podamos escuchar. Acabamos esta tercera semana con la excursión con los compañeros de San José, otro momento más que nos brinda el campo de trabajo para compartir vida y para disfrutar de las maravillas de Bolivia, en este caso Santiago de Chiquitos y Chochís.
Esto sigue para adelante con un ritmo del que no nos damos cuenta. Esta tarde visitaremos a las niñas del Hogar de San Francisco y mañana de vuelta a las comunidades para empezar nuestra cuarta semana. La vida sigue y nosotros aquí continuamos dando lo máximo posible y, lo mejor de todo, recibiendo mucho más de lo que humildemente damos.
Con todo nuestro cariño para aquellos que día a día os preocupáis por nosotros y os gusta saber cómo estamos. Recibid todo nuestro cariño y el cariño de la gente de Bolivia. Un fuerte abrazo para todingos y todingas.
Luis Alberto, Fátima, Moreno, Javi, Alberto, Amparo, María José y Kayra, voluntarios en Roboré.
