La casa que nos ha acogido para vivir esta experiencia no está habitada por gente común, la habitan cuatro mujeres, hermanitas de la anunciación, que son superheroínas, de las de película, con su gran equipo de formación, que ojalá algún día lleguen a ser cómo ellas. La entrega, el servicio, la escucha, el estar, acoger y dar la bienvenida a las personas que acaban de llegar a este mundo, arropar y despedir a las que ya se tienen que ir. Son innumerables las acciones que se llevan a cabo, incontables los pueblos a los que llegan con su labor como sanitarias, y también un sin fin de menores a los que reciben, buscan cómo ayudarles y tienden la mano para que lo que sueñen se pueda lograr, teniendo un mundo más digno.
Koni nos ha regalado muchos momentos: bailes en celebraciones y en plena calle, lluvia de colores visual, alegría y cercanía, nombres, costumbres y tradiciones, palabras nuevas, curiosidad por seguir conociéndolos y ganas de continuar trabajando estando vinculadas a este apasionante proyecto.
Sin prisa y con calma, gracias Koni por mostrarnos y regalarnos lecciones y estilos de vida. ¡¡¡Gracias por tanta VIDA!!!
Paula Royo, Celia Sales, Rocío Cardesa y Carmen Cuesta
CTM Korhogó