Desde Costa de Marfil, nos llega una buena noticia. A través del proyecto de emergencia que la ONGD SED tiene en distintas poblaciones del país, se ha procedido a la intervención quirúrgica de un menor que acarreaba problemas en los huesos de una de sus piernas desde hacía tres años. El director de SED nos cuenta su historia:
… duro de roer. Se dice cuando hablamos de huesos ¿no? Pues, perdón por la frivolidad, ahí va una de huesos. Como todos los días, como durante muchos años… nuestro equipo sanitario durante el Campo de Trabajo recorre poblados dispensando asistencia sanitaria primaria allí donde no hay presencia de sanidad pública. ¿Una rutina? No, imposible. El dolor y tragedia de los que nos llegan mantienen nuestro ánimo despierto y el corazón encogido. Así era en esa mañana en Apiekro. La sala de consulta la habíamos instalado en la capilla del poblado. Los sanitarios atendían a los enfermos y otros curábamos heridas. “normalidad” hasta que llega alguien que nos dice: aquí hay un niño que tiene un tumor en la pierna.
Cierto, allí estaba con la pierna vendada. Unas telas por encima y hojas debajo. Despejada la herida un bulto negro era todo lo que se veía. El niño tendría 4 años. Había llegado caminando aduras penas y mantenía la compostura: nada de lloros. Rociada la zona con líquido desinfectante, sorpresa. Desaparece todo lo negro y queda una herida a medias cicatrizar pero… de ella sale una estructura cilíndrica. ¿Es una rama que está clavada en la pierna? Pues no, es el hueso que sale de ella. Tenemos una fractura abierta … nos dice la familia que lo lleva así ya muchos meses. ¿y no ha habido septicemia general? El hueso aparece por dos zonas. ¿será milagro de la medicina tradicional?
Todo ello estaba recubierto de una pomada hecha de grasa vegetal y un polvo negro de los que se usan tradicionalmente. Se hizo la primera cura y se han buscado los medios para que pueda ser operado en la capital. Decíamos duro de roer, pues… la verdad que es muy duro de entender, pero que muy duro de asimilar que un niño pase meses y meses con el hueso fuera, ya seco… y no haya nada que hacer. Al niño un monumento, y ¿a la familia?, y ¿a la sociedad?… Para todo ello y por todo ello, está claro que tiene sentido nuestra solidaridad.
Javier Salazar
Director de la ONGD SED