Estas semanas en Orore, Kenia, han sido una experiencia transformadora gracias a la comunidad que nos ha acogido con tanto cariño.
Nuestro voluntariado se ha desarrollado principalmente en colegios locales, donde hemos llevado a cabo talleres de creatividad, arte y música, compartiendo con los niños y niñas espacios de juego, expresión y aprendizaje. Desde la pintura hasta la percusión, cada actividad ha sido una oportunidad para descubrir talentos, fomentar la participación y crear lazos a través del lenguaje universal del arte.
Durante este tiempo, hemos conocido de cerca las inquietudes de los y las adolescentes de esta zona al realizar un taller con ellos sobre «life skills».
También, hemos tenido un bonito encuentro con los y las alumnas becadas de SED donde tuvimos la oportunidad de conocerlas mejor y trabajar el ODS 4 (Educación de calidad). Nos compartieron sus expectativas de futuro y expresaron su agradecimiento a la oportunidad que les ofrece la ONGD.
Además, hemos tenido el privilegio de atender a personas con discapacidad, con quienes compartimos momentos de cercanía, escucha y apoyo, buscando siempre promover la inclusión y el respeto por la diversidad. Nos hemos adaptado a cada situación con sensibilidad y compromiso, aprendiendo día a día de las realidades que nos rodeaban.
Asimismo, hemos participado en varios eventos sociales organizados por la comunidad, lo que nos ha permitido integrarnos en su vida cotidiana, comprender mejor su cultura y reforzar el vínculo entre la población local y el proyecto de cooperación de SED.
Cada tarde, nuestra casa se llena de risas, juegos y alegría. Al abrir nuestras puertas a niños y niñas de la zona, convertimos nuestro porche en un pequeño campamento donde los colores, la música, las historias y los abrazos son los protagonistas.
Rut, Coke y Nieves
Grupo de voluntariado SED en Orore, Kenia
Julio 2025
