Todos los seres humanos: hombres, mujeres, niños y niñas, tienen derecho a una vida digna.
Una casa con luz y agua potable como mínimo.
Por lo menos con agua para no tener que ir a buscarla en medio de la montaña por un camino lleno de lodo.
Todos los seres humanos: hombres, MUJERES, niños y NIÑAS, tienen derecho a una EDUCACIÓN que les haga LIBRES.
Libres de elegir su religión, estado civil, cuántos hijos quieren tener, dónde quieren vivir y con quién, su profesión…en definitiva, elegir qué hacer con su vida.
La libertad es el bien más preciado por el ser humano y creo que la EDUCACIÓN es el único medio para conseguirla.
Cuando hablo de EDUCACIÓN no solo me refiero a la escolar, también a la información como conocimiento.
En Guatemala (como en otras partes del mundo) y en especial en las zonas rurales como en la que nos encontramos nosotros, la mujer no es un sujeto de derechos.
Es complicado que una mujer acceda a la educación más allá de la primaria si tiene suerte.
Las casan, y digo LAS CASAN, muy jovencitas y comienzan a tener hijos enseguida. La mayoría vive con sus suegros y se dedican a criar a sus hijos sin ninguna ocupación más que la casa. Solo salen de su aldea para acompañar a los niños a la escuela. Ese es su mundo.
Dedicarse a la familia y la casa no es nada malo si has tenido la LIBERTAD de elegirlo. Cuando se trata de tu única opción, la cosa cambia.
En FUTURO VIVO lo saben y por eso hacen un trabajo muy especial con las mujeres dentro de las posibilidades que su cultura les permite.
Están tratando de empoderar a las mujeres con clases de alfabetización, creación de huertos que les permita cultivar productos que les sirvan de autoabastecimiento y venta en el mercado y charlas informativas sobre sus derechos como seres humanos.
Todo esto está causando impacto en la población. Las diferencias las voy notando año tras año.
Probablemente la vida de estas mujeres no vaya a cambiar pero se están dando cuenta de que si luchan, pueden conseguir un futuro mejor para sus hijos e HIJAS.
Como dice la canción:
«Déjala que baile con otros zapatos.
Unos que no aprieten cuando quiera dar sus pasos.
Déjala que baile con faldas de vuelo
Con los pies descalzos dibujando un mundo nuevo «
Sofía, Ignacio y Silvia
CTM Samac- Guatemala