
«Ahora sé que somos nosotras quienes les necesitamos a ellos»
Soy Cristina Roldán, voluntaria de SED en el CTM de Talit, India, durante el verano de 2019. Casi un año después de la experiencia en Talit, me siento capaz para escribir un poquito sobre lo vivido allí. Recuerdo el viaje de ida. Durante el primer vuelo conseguimos dormir bastante y estuvimos entretenidas jugando y viendo pelis. En el segundo vuelo… los nervios y las preguntas se apoderaron de mí. Preguntas tan simples como, ¿qué hago aquí…? que hasta ese momento no me había planteado. Llega el momento de abrirse las puertas del aeropuerto para poner los pies sobre Calcuta. Ya sí que no hay marcha atrás. Comienza la aventura. Los dos hermanos, Jiji y Malagmei nos estaban esperando a las tres junto con las sisters. Recuerdo mucho calor…un calor que seguro no olvidaremos, calor que se pega a ti y no se separa hasta que vuelves a España; recuerdo caos pero dentro de su propio orden establecido; ruido, mucho ruido…claxon sonando continuamente y mucha gente hablando al mismo tiempo; muchas luces debido a la decoración de los camiones de allí… Tras unas horas en la furgoneta, al fin llegamos al hostel. Un sitio que sin darnos cuenta ya se había convertido en nuestra casa desde el momento en que nos bajamos de la furgoneta. Algunos de los chicos nos esperaban para conocernos y ayudarnos con el equipaje. Todos callados, nos miraban con curiosidad y con una sonrisa en su rostro. En este momento aún no sabíamos lo que escondían estos