Archivoagosto 2023

1
“Hartos de todo, llenos de nada”
2
Un pedacito de nuestro corazón
3
Guate(á)mala, qué emocionante e intenso todo
4
Guatemala, país de contrastes
5
Los sueños del Iteck
6
Un día en Chichicastenango
7
B’antiox (gracias)
8
La escuela Marista
9
Agua y sonrisas de color en Panimaché
10
Por un futuro en Mactzul I

“Hartos de todo, llenos de nada”

Echo la vista atrás, al año 2017, y así llegaba yo a Guatemala: “harta de todo, llena de nada”.

Y me encontré con todos ellos:

Con las hermanas Uti, Caty, Alta y Savina. Llenas de generosidad, amor, paciencia, empatía, trabajo… HUMANIDAD. Me LLERARON de esa energía positiva que las caracteriza y una mirada hacia el prójimo que desconocía.

Con los profesores de Futuro Vivo. Con muchas ganas de luchar por una realidad mejor para todos sus alumnos y sus familias. Como una gran familia que tiene ganas de salir adelante a pesar de todos los tropiezos que hasta ellos mismos sufren día a día y me LLENARON de una mirada más dulce y una sonrisa que me ilumina la cara cuando trabajo con ellos.

Con mis niños y niñas queridos. Con su sonrisa sin dientes, sus ojos deseosos de una mirada amable, sus manos pequeñas que acarician las mías y sus pies que caminan con muchas dificultades hacia un futuro mejor y me LLENARON de ternura y mucho amor.

Con esas madres y padres deseosos de un mundo mejor para sus hijos. Con sus manos y pies agrietados de tanto luchar para darles un poco de maíz, frijoles… por lo menos una vez al día y me LLENARON de gratitud por la suerte que tengo de haber podido dar a mis hijos todo lo que necesitaban.

Con todos los voluntarios/as que a lo largo de estos años me han acompañado: Sofía, Susana, Ignacio, Joel, Francisco, Luis e Ibon con ganas de compartir experiencias de vida y me LLENARON de la esperanza en que juntos, un mundo mejor es posible

Con toda esa FAMILIA de FUTURO VIVO que lucha contra las injusticias de un mundo desigual y busca paz para todos estos hogares que merecen dignidad y me LLENARON de fuerzas para gritarle al mundo ¡BASTA YA!

Y hoy, 29 de agosto de 2023, regreso a mi casa, a la comodidad de mi hogar, AGRADECIDA POR TODO, LLENA DE AMOR.

 

 

No es una despedida, es un HASTA PRONTO con lágrimas en los ojos y una gran sonrisa en mi corazón.

B`antiox

 

Silvia | Voluntaria SED

Un pedacito de nuestro corazón

Podríamos contar nuestro día a día: madrugones, comida muy rica, actividades que hemos realizado… pero lo que de verdad queremos expresar es la gratitud que nos regalan cada día. Sabíamos que íbamos a recibir mucho, pero encontrarnos tan a gusto desde el primer momento es algo que debemos agradecer desde el corazón.

Os vamos a hablar de Internado de las Hermanas Dominicas de la Anunciata, nuestro mundo, donde somos muy felices y nos sentimos plenas.

Este consta de tres Hermanas (H. Ericka, H. Rosario y H. Maura) que nos recibieron desde el primer día con los brazos abiertos; y 38 internas, que tienen a sus familias lejos y una vida que a veces se puede hacer un poco rutinaria.

Creo que este es el lugar en el que más se nos ha necesitado, y no tanto por el apoyo escolar, que siempre intentamos aportar (comprensión lectora, expresión oral, matemáticas, tareas e incluso algo de inglés…) si no por el cariño que estas patojas merecen.

Creemos que somos un respiro de aire fresco para su curso escolar, y cada actividad, cada juego que hacemos con ellas es un regalo. Para ellas por supuesto, porque se divierten mucho; pero para nosotras, ver sus caras de felicidad cada vez que les ponemos un cartel para anunciar un evento, es una alegría inmensa.

Un día hicimos un taller donde pintamos nuestras propias camisetas; también hemos hecho tardes de juegos de mesa, torneos de deporte con las compañeras del Iteck Raquel y Ángela, pinta caras, tardes de película… lo hemos pasado tan bien con ellas que cada momento ha sido único.

Uno de los momentos más especiales que compartimos con ellas es cuando acudimos a su oración de la noche, ya que cantan como los ángeles, y ciertamente, pensamos que también lo son.

Todo esto tuvo un gran colofón el último día que pasamos con ellas, una despedida por todo lo alto. Hubo bailes (Vídeo), regalos, canciones y, sobre todo, muchas palabras bonitas. No podemos irnos de Chichicastenango con el corazón más lleno.

Solo queda decir “MALTYOX” (Gracias).

Alejandra y Marta | Voluntarias SED en Chichicastenango

Guate(á)mala, qué emocionante e intenso todo

Desde hacía tiempo estábamos ansiosas por conocer este país, su gente, su paisaje, sus costumbres.

  • Me voy a Guatemala este verano
  • ¿A Guatemala? ¿Qué se te ha perdido allí?

Cuando nos hacían esta pregunta hace unos meses no éramos conscientes de todas las respuestas que podríamos dar ahora.

No es lo que se nos había perdido sino ¡¡¡todo lo que hemos encontrado aquí!!!

Hemos  sido MUY FELICES en este país del “buen provecho” al terminar; del aguacate y la papaya con piña; del “seño” y “licenciada”; del carro por coche y el coche por cerdo; del frijol y las tortillas; del agua ni en pintura y del aprovechar el día madrugando. Del paisaje más verde siempre de fondo; de las caminatas y las rutas en coche de placer; de los volcanes; del “agarrar” por “coger”; de los ganchos y los perros; de tooodo en colores.

Guate(á)mala, QUÉ PLACER!!! Qué emocionante e intenso todo. Qué FELIZ hemos sido aquí!!!

Nunca hubiéramos imaginado poder tener una experiencia tan intensa, emocionante y gratificante como la de este mes en el que hemos compartido, aprendido y disfrutado a partes iguales.

  • Gracias a los profesores y a todo el personal del ITECK que nos han integrado y ayudado desde el primer día incluyéndonos como a 2 más.

 

  • Gracias a los alumnos, que se han abierto a nosotras y nos han acogido con su ingenuidad y alegría.
  • Gracias a los internos (chicos del Iteck y chicas de La Anunciata), que nos han hecho jugar, aprender y compartir con ellos muy buenos ratos.
  • Gracia a Martina por su pillería y alegría contagiosa, por su confianza y por su trato, que como su cocina, es de paciencia y cariño.
  • Gracias a todos los hermanos (Javier, Paco, Marco, Biri y José Luis), por tantos viajes y caminatas, por todas las escapadas en las que ha sido tan interesante el viaje como el destino, por todos estos paisajes que nos habéis enseñado e historias de Guate y su gente que nos habéis contado; por habernos acogido en vuestra casa y por cuidarnos en todo momento.
  • Pero sobre todo, gracias a todos y cada una de las personas que habéis formado parte de nuestra increíble experiencia guatemalteca, por habernos dedicado TIEMPO y CARIÑO.

Guate, y vosotros, nos dejáis el corazón de colores.

Mantiox, Tantix y GRACIAS infinitas por todo y por tanto.

Ahora si nos vuelven a preguntar qué se nos había perdido en Guate seremos nosotras las que preguntaremos: “¿tienes un rato largo y te lo cuento?”.

Ángela y Raquel |  Voluntarias Guatemala CTM 2023

Guatemala, país de contrastes

 

Entrar en Guatemala es tener sentimientos encontrados.

Tus ojos descubren la belleza de sus paisajes, sus montañas, sus volcanes, sus aguas naturales….

Tus ojos descubren un país de color en sus telas, sus trajes, su artesanía. Colores bien conjuntados que dan vida a la calle, al mercado…

Tus ojos, tu boca, tu olfato, descubren una rica cultura llena de tradiciones mayas, con sus celebraciones, sus comidas, su marimba sonando siempre de fondo.

 

Todo esto compone la magia de Guatemala, un país rico… lleno de personas necesitadas, vulnerables…

Sus ojos ya no desprenden, en muchas ocasiones, esa luz, ese color.

Hemos visitado las comunidades de nuestros alumnos, la de alguno de los maestros y el barrio donde vivimos (Colonia Esperanza- Cobán) y la realidad ha explotado en nuestras caras.

Nuestros alumnos viven sin agua ni luz. Ni tan siquiera tienen cemento en sus suelos, casi todos son de barro.

En la escuela no se percibe su verdadera realidad. Allí están felices, atendidos, ocupados en cosas de niños.

Subir a la aldea de Chituj, me dejó impactada.

Niños desatendidos, con falta de higiene, pies descalzos y heridos y suplicando una naranja que estábamos repartiendo con sus manitas sucias. (La foto hubiera sido impactante, pero, por guardar su dignidad, no la pude sacar)

Los maestros nos abrieron sus casas y nos ofrecieron TODO lo que tenían, sintiéndose honrados por nuestras visitas. En realidad, el honor fue para nosotros, nos acogieron como a sus amigos y nos abrazaron con el calor de su hogar. Allí no importaba la procedencia de ninguno, ni la marca de nuestra ropa, lo importante era el COMPARTIR. Fue una experiencia increíble que llevaremos siempre en nuestro corazón.

Vivimos en la colonia “La Esperanza” y lo que vimos allí fue impactante.

Personas que viven afinadas en cuartos de madera compartiendo, quizás seis u ocho, un espacio mínimo.

Casas sin agua potable, sin luz y con poca “esperanza” (a pesar del nombre del barrio) de poder prosperar.

El corazón se nos partió cuando llegamos a visitar a doña Juana. Una ancianita que vive en dos metros cuadrados donde cocina y duerme.

No tiene ventanas, ni luz, ni agua…

Apenas se puede mover porque se cayó y se rompió la cadera. Se mueve arrastrando la silla de plástico donde está sentada.

Sus ojos, a pesar de la situación, reflejan ternura y agradecimiento por la visita y la entrega de algunos víveres y un andador.

Ella nos confiesa, que lo peor de todo es la SOLEDAD en aquella oscuridad en la que está escondida todo el día con la única compañía de tres gallinas que viven con ella.

Lo que os digo, un país lleno de contrastes. Luz, color y muchas sombras.

A veces me pregunto por qué me gusta venir a un lugar que me causa tanta indignación y me acuerdo de una frase de Tagore que leí un día y resume mis sentimientos: “Yo dormía y soñé que la vida era alegría. Me desperté y vi que la vida era servicio. Serví y comprendí que el servicio era alegría”.

Prueba tú también: sueña, despierta, sirve… sonríe.

 

Silvia | Voluntaria SED Guatemala

Los sueños del Iteck

Entre las funciones que traíamos de España teníamos el encargo de SED de entrevistar a los becados del instituto. Un total de 75 alumnos que reciben anualmente una ayuda económica para poder seguir sus estudios.

Ha sido una experiencia bien bonita que nos ha permitido no solo poder ponerles cara sino también conocerles de tú a tú:

Familias a más de 11 horas, futuros de sueños universitarios o de regentar negocios propios; pero en común muchas referencias a sus familias, a hacerles sentirse orgullosos de ellos. En general todos demuestran una lealtad familiar curiosa, su agradecimiento a la familia por permitirles estudiar les deja en el “debe” una gran carga.

Además, en la mayoría de casos, las vidas detrás de esas sonrisas de agradecimiento no son nada fáciles:

Un chico de 4º de Mecánica que vive en el internado nos contaba que su familia son sus abuelos porque su padre se fue a Estados Unidos cuando él nació, después se fue su madre, y han seguido aumentando allí la familia sin volver a visitarle. Tiene una cara bien dulce, como de dar confianza (es lo que pasa con la gente que se ríe con los ojos) pero está claro que esa sonrisa grande tiene carencias. Nos contó que sueña con montar su propio taller “y por qué no una cadena de talleres”.

Otro chico (16 años) al hablar de su familia se deshacía en agradecimiento hacía sus hermanos: el mayor de 26 y otros dos, uno por delante y otro después a él. No sabemos cuántas veces pudo decir la palabra “agradecido”. Sueña con dedicarse al Marketing, y como decía él “mi meta es montar mi propio negocio”. “Tengo que conseguirlo, han hecho mucho por mí mis hermanos, no es un sueño, los sueños se cumplen, las metas se trabajan, se madrugan y se sudan”, nos decía convencido.

Este chico sueña con ir a Japón y con viajar mucho; nos preguntó por España. “Si voy algún día nos vemos”, nos decía. “Ojalá nos fiches en tu súper empresa de marketing”, pensamos nosotras.

Las chicas, solo por el hecho de serlo, ya tienen mérito por seguir estudiando. Muchas tienen un papel de responsabilidad en casa y el papel cuidador que se presupone aquí a las mujeres en el entorno familiar; pero también quieren un futuro con negocios propios y estudios universitarios en muchos casos.

Los sueños del Iteck son variados, pero todos grandes. Sueños grandes que, en general, reconocen que solo podrán perseguir si trabajan a la vez que estudian o que dudan de si les dejarán intentar en casa.

VÍDEO CON TESTIMONIOS DE ALGUNOS BECADOS DE SED DEL ITECK

 

Ángela y Raquel | Voluntarias SED en Guatemala (ITECK)

 

Un día en Chichicastenango

Nuestros días comienzan tempranito, a eso de las 6am, para poder desayunar con las Hermanas y de ahí dedicamos un tiempo a organizar el día antes de ir al colegio a las 8am.

El colegio “La Anunciata” está justo en frente del internado y nuestra labor es apoyar en la clase de 1º primaria (en el caso de Marta) y en 2º primaria (Alejandra). Marta ayuda a la Seño Romelia, hace apoyo de lectoescritura con algunos alumnos y también juegos y dinámicas cuando se da la ocasión; y Alejandra, aunque trabaja con toda la clase, parte de la mañana la dedica a trabajar la lectoescritura con un niño que presenta dificultades.

¡Es increíble recibir tanto cariño en tan poco tiempo! Las pequeñas voces diciendo “Seño Alejandra” y “Seño Marta”, se quedarán grabadas en nuestra memoria.

Nuestras tardes las dedicamos a las niñas internas, 38 chicas de edades comprendidas entre 12-18 años, y una más pequeña de 8. Ellas son nuestra debilidad y ojalá tuviésemos más tiempo para poder compartir juntas.

De 14.30 a 17:00h hacemos apoyo escolar en todas las materias, especialmente en lengua, inglés y matemáticas. Y de 17.00 a 18:00h que es su hora libre de descanso, algún día les hacemos juegos de mesa, deportes, dinámicas, películas… Verlas tan felices y agradecidas con cada actividad que hacemos es algo que te llena el alma.

Para acabar el día, compartimos el momento de la cena con las hermanas y hablamos de cómo nos ha ido la jornada. Si nos da tiempo, algún día vamos a la oración de las niñas, que son una maravilla. Oírles dar gracias a Dios y cantar son dos momentos muy especiales para compartir con ellas.


Nuestras noches las pasamos hablando de cómo estamos y preparando actividades para el día siguiente. De ahí, nos vamos a dormir después de la intensa jornada. Parece pronto, pero solemos acabar agotadas.

Los fines de semana preparamos algún taller o alguna actividad para que disfruten de sus días libres, y ya que contamos con más tiempo hemos hecho taller de camisetas, torneo en el colegio, etc. Ellas son felices cada vez que proponemos algo y nosotras más de poder compartir esos ratos.

Guatemala nos está regalando su paisaje y sus colores, pero sobre todo, nos ha regalado la oportunidad de poder compartir esta experiencia junto con las Hermanas, las niñas del internado y los alumnos y profesores de “La Anunciata”. Todo un regalo de vida del que no nos podemos sentir más afortunadas y agradecidas.

Alejandra Sádaba y Marta García | Voluntarias SED en Guatemala

B’antiox (gracias)

Es lo único que puedo decir a toda esa gente que he conocido durante este mes y medio, b’antiox (gracias).

B’antiox, a todos los profesores y compañeros que me he encontrado en el colegio de Futuro Vivo, tanto de Guatemala como de Samac. Desde un principio fue una acogida espectacular, me he sentido siempre muy acompañado.

En este tipo de experiencias, siempre se habla de las sonrisas de los niños y niñas, pero esas sonrisas no son más que el reflejo de la alegría y ganas de seguir adelante que sus profesores les transmiten día a día. Ellos son los que empujan y motivan a esos niños y niñas a seguir yendo a la escuela para aprender, jugar y reír.

B’antiox, a esos compañeros de trabajo, que además de compartir tiempo con ellos en la escuela, nos han abierto las puertas de su casa invitándonos a comer, dándonos en muchas ocasiones lo que no tienen para darnos la bienvenida a su casa.

Es una experiencia única estar en sus casas, que te preparen el plato de las celebraciones especiales, Kaq’ik (caldo de gallina), que te pregunten “¿De donde viene usted?”, ¿Por qué está en nuestro país?, “¿Le ha gustado el país?”, “¿Va a volver?”… y todo ello siempre buscando agradarte y haciéndote sentir cómodo.

No siempre es fácil entenderse, ya que en muchas comunidades, las mujeres en su mayoría, no hablan español, pero siempre muestran una sonrisa de curiosidad y vergüenza por tu altura, por como comes, por como bailas, por como juegas con sus niños y hasta por como lloras, ya que no se acostumbra a ver hombres llorando, y aquí en las despedidas se llora y mucho.

B’antiox, a todos los voluntarios con los que he compartido esta experiencia, Luis, Joel, Francisco y, desde un inicio compañera, Silvia.

Es difícil y muy importante encontrarse con gente con la que desde un inicio tienes una buena conexión. Los intereses que compartimos son los mismos o muy parecidos y nuestro objetivo con este voluntariado también, de modo que todo ha ido sobre ruedas y ha hecho posible que disfrutemos con más alegría e intensidad todos los momentos.

Bántiox, a los niños y niñas de la escuela que cada mañana regalaban sonrisas, abrazos, cartas, dibujos… Desde el primer día que llegué era  “Profe”, luego más tarde pasé a ser  “Profe Hugon” y finalmente “Profe Ibon”.

Un recuerdo imborrable, la música en el inicio de los desayunos y las comidas para los 183 alumnos de las escuela, los bailes durante el desayuno y la comida, las clases con los alumnos, la preparación del baile para el día de la competición, los juegos después de comer y el traslado de los alumnos a las comunidades de Chicoj Raxkix, Chituj o Sanimtaca.

B’antiox, por último a la Hermana Altagracia, Hermana Uti, Hermana Sabina y la Hermana Katy por lo bien que nos han cuidado durante todo este tiempo. Siempre atentas por cualquier necesidad que pudiéramos tener.

Gracias en especial a la hermana Katy, con quién más tiempo y charlas he compartido, de la que he aprendido mucho y de la que echaré de menos esas preguntas para hacerme pensar un poquito más y plantearme cosas nuevas que hasta entonces igual no me había parado a pensar o discutir.

Un placer haber estado compartido esta experiencia contigo, y gracias por hacer mirar un poco más dentro de mí, pero también por enseñarme a ver, mirar y sentir a los demás con otros ojos (ohos). Estas Hermanas, que están dando su vida por los niños de la escuela para que puedan tener dos comidas al día, educación, diversión y un futuro esperanzador, son el pulmón de este proyecto.

Futuro Vivo, que es así como se llama el proyecto, cuenta con un colegio en Ciudad de Guatemala con 23 años a sus espaldas, que está dando sus frutos con alumnos que comenzaron a estudiar aquí y ahora mismo están trabajando en puestos que requieren una formación, formación que ha sido adquirida gracias a este proyecto.

Por otro lado, cuentan con un colegio de Futuro Vivo en Samac, proyecto que dio su inicio hace ahora 6 años, y ha conseguido que niños y niñas de poblaciones indígenas aprendan español, estén escolarizadas y tengan desayuno y comida asegurada de lunes a viernes.

La escolarización de todos estos niños y niñas es más importante que nunca para conseguir así que estén alejados de peligros como el narcotráfico y las maras, que abundan en el país.

Como última aportación a este foro, me he dado cuenta de que Guatemala es un país del que se desconoce toda la inmensa riqueza que posee.

En cuanto a la riqueza natural, cuenta con 37 volcanes, 76 endemismos en fauna y 515 plantas endémicas y 770 especies de orquídeas. Las especies representativas del país son el árbol de La Ceiba, el ave quetzal (que da nombre a la moneda de país) y Monja blanca, orquídea que es la flor nacional.

Además, en el país se hablan 23 idiomas diferentes y cuenta con una grandísima historia en torno a la civilización Maya, muy presente en la actualidad, en la agricultura sobre todo.

Se siguen realizando ofrendas a los dioses Mayas para pedir una buena cosecha para el año siguiente, ejemplo de estas ofrendas son: una tortita hecha con la mejor mazorca de la cosecha anterior, el antes mencionado Kaq’ik y también se ofrece un incienso realizado con la resina del árbol Bursera, y todas estas ofrendas siempre se realizan en el centro de la tierra que va a ser sembrada.

Bursera y su leyenda

Cuenta una leyenda que la bella Doncella llamada Calahuit Pon, imploró al cielo y a su amado para protegerla de un ataque y una cruel agresión por parte de unos malos hombres, en ese momento corrió llena de desesperación entre el bosque y un árbol gigante, la Bursera, la absorbió para resguardarla y ocultarla de sus perseguidores, a partir de ese momento, el árbol empezó a llorar eternamente.

Las lágrimas que escurrían por el tronco, se convirtieron poco a poco en la resina olorosa y perfumada, que es el alma enamorada de Calahuit.

Ibon | Voluntario SED Guatemala (Cobán, Samac)

La escuela Marista

Nuestra labor no termina en la Escuela Moisés. Todas las tardes, los jueves y viernes a la mañana vamos a la Escuela Marista que se encuentra en la Colonia Santa Isabel donde vivimos así que tenemos la gran suerte de poder ir caminando hasta ella.

Lo que más nos impactó nada más llegar a la escuela fueron las vistas que tiene desde el patio. Parece una pintura, pero no, es la montaña en todo su esplendor. Guatemala si se caracteriza por algo es por lo bien rodeada que está de sus frondosos bosques, todo verde.

Los días que vamos por la mañana estamos con los alumnos más pequeños de la escuela, desde los 6 hasta los 9 años. Donde les damos, según lo necesiten, refuerzo de lectura o escritura.

Por las tardes estamos con los alumnos de 5° de Bachillerato (un 2° de bachiller en España) donde hacemos experimentos centrados en física y biología. Tenemos la suerte de contar con un laboratorio y algún que otro microscopio para poder conocerlo en profundidad y saber cómo funciona. (El hecho de que vayan en traje en las fotos es debido a que se están preparando para su futuro laboral).

Lucía y Sofía | Voluntarias SED (Ciudad de Guatemala)

Agua y sonrisas de color en Panimaché

Ayer teníamos la mañana reservada para ir a Panimaché Quinto Alto, uno de los 89 cantones de Chichicastenango (como se organizan las zonas en Guate). Allí en 2022 SED ayudó a construir una cisterna para poder abastecer de agua a las casas de este cantón y teníamos que ir a comprobar cómo funcionaba y cómo había cambiado/mejorado el proyecto la vida de esta población.

Los hermanos José Luis y José Antonio (Biri) se vinieron con nosotras.

Gaspar y Francisco nos estaban esperando en Panimaché. Son Presidente y Secretario del COCODE (Comités Comunitarios para el Desarrollo); máxima representación en la zona. Con un medio castellano (se notaba que hablan Quiché como lengua materna) estuvimos grabando el antes y el después del pozo.

Nos llevaron a la cisterna, que con un sistema mecánico, lleva el agua hasta lo alto de una colina y nos explicaron que abastece a los 421 habitantes del cantón.

Estaban agradecidos porque con esta agua podían tener agua en las casas para beber, cocinar y lavar los platos pero para lavar la ropa y hacer otros usos mayores aún tienen que seguir yendo al pozo al que iban antes porque la cisterna no es suficiente.

Eso supone cargar el agua más de una hora cada vez que lo necesitan (normalmente mujeres); así que desde el agradecimiento “porque lo que tenemos ya es mucho” seguían pidiendo poder hacer una ampliación para tener más cobertura.

Francisco nos invitó a entrar a su casa y su mujer nos enseñó la pila de agua, igual que otra señora. Un buen flash la diferencia de vida y necesidades…

Entre las cosas buenas que ha traído el agua al cantón es que ha permitido tener agua en la escuela, ¡¡¡y qué escuela!!! Las tremendas vistas al lago Atitlán y al verde intenso que lo rodea todo desde allí eran casi lo de menos teniendo en cuenta el colorido y la alegría que se respiraba en este sitio. Cuando llegamos todos los niños nos recibieron con un “bienvenidos a Panimaché”, a coro.

Era una escuelita bien colorida. No solo por las paredes de color sino, sobre todo, por las sonrisas fosforitas de esos niños.

Aunque estábamos a más de 2700 metros y nos habían avisado del frío, todo fueron abrazos bien calentitos. ¡Qué tendrán los niños de Panimaché!

Ángela y Raquel | Voluntarias SED Guatemala (Panimaché)

Por un futuro en Mactzul I

La primera semana en Guatemala podría tener como titular “intensidad”. Todo está siendo una experiencia, tanto por la novedad, como por la emoción de cada cosa que nos pasa o hacemos.

Entre todas las aventuras y experiencias que nos está regalando Guatemala en Chichicastenango, en estos primeros días hemos tenido oportunidad de asistir a la entrega de becas (la ayuda económica que reparte SED para que algunos alumnos puedan estudiar).

Nos han explicado que desde hace un tiempo las ayudas las distribuyen en zonas fuera de la ciudad para poder fomentar el estudio en comunidades más necesitadas. En este caso, el Hermano Paco nos invitó a acompañarle a la escuela de Mactzul I. Una escuelita de una aldea cercana a Chichi.

El camino fue una pasada, la escuela estaba en una aldea no muy lejos, pero entre valles y montañas de ¡un verde intenso que no puedes dejar de mirar!

La escuela era muy humilde (y casualmente había sido construida con ayuda de SED, Fundamar y el Ayuntamiento de Logroño, ¡de donde somos las dos!. Al edificio le faltaba color pero sin duda se lo ponían los niños. Nos recibió la secretaria y ella nos reunió con los 12 alumnos que buscábamos.

Allí entregamos uno a uno su asignación económica. La recibían con cara de agradecimiento mientras nosotras les animábamos fuerte a seguir estudiando mucho para poder seguir recibiendo la beca. Sin duda, cada paso de estos chavales hacia el futuro que sueñan tienen más mérito que el de cualquiera. Qué emoción poder disfrutar esas caras de ilusión!

 

Ángela y Raquel | Voluntarias SED Guatemala

Copyright © 2014. Todos los derechos reservados. Desarrollo web: www.startidea.es