Los sueños del Iteck

Entre las funciones que traíamos de España teníamos el encargo de SED de entrevistar a los becados del instituto. Un total de 75 alumnos que reciben anualmente una ayuda económica para poder seguir sus estudios.

Ha sido una experiencia bien bonita que nos ha permitido no solo poder ponerles cara sino también conocerles de tú a tú:

Familias a más de 11 horas, futuros de sueños universitarios o de regentar negocios propios; pero en común muchas referencias a sus familias, a hacerles sentirse orgullosos de ellos. En general todos demuestran una lealtad familiar curiosa, su agradecimiento a la familia por permitirles estudiar les deja en el “debe” una gran carga.

Además, en la mayoría de casos, las vidas detrás de esas sonrisas de agradecimiento no son nada fáciles:

Un chico de 4º de Mecánica que vive en el internado nos contaba que su familia son sus abuelos porque su padre se fue a Estados Unidos cuando él nació, después se fue su madre, y han seguido aumentando allí la familia sin volver a visitarle. Tiene una cara bien dulce, como de dar confianza (es lo que pasa con la gente que se ríe con los ojos) pero está claro que esa sonrisa grande tiene carencias. Nos contó que sueña con montar su propio taller “y por qué no una cadena de talleres”.

Otro chico (16 años) al hablar de su familia se deshacía en agradecimiento hacía sus hermanos: el mayor de 26 y otros dos, uno por delante y otro después a él. No sabemos cuántas veces pudo decir la palabra “agradecido”. Sueña con dedicarse al Marketing, y como decía él “mi meta es montar mi propio negocio”. “Tengo que conseguirlo, han hecho mucho por mí mis hermanos, no es un sueño, los sueños se cumplen, las metas se trabajan, se madrugan y se sudan”, nos decía convencido.

Este chico sueña con ir a Japón y con viajar mucho; nos preguntó por España. “Si voy algún día nos vemos”, nos decía. “Ojalá nos fiches en tu súper empresa de marketing”, pensamos nosotras.

Las chicas, solo por el hecho de serlo, ya tienen mérito por seguir estudiando. Muchas tienen un papel de responsabilidad en casa y el papel cuidador que se presupone aquí a las mujeres en el entorno familiar; pero también quieren un futuro con negocios propios y estudios universitarios en muchos casos.

Los sueños del Iteck son variados, pero todos grandes. Sueños grandes que, en general, reconocen que solo podrán perseguir si trabajan a la vez que estudian o que dudan de si les dejarán intentar en casa.

VÍDEO CON TESTIMONIOS DE ALGUNOS BECADOS DE SED DEL ITECK

 

Ángela y Raquel | Voluntarias SED en Guatemala (ITECK)

 

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